Si bien el tinte negro es el tono de cabello ideal para un cambio de look radical o para realizar un tratamiento de cuidado intensivo; la verdad es que hay que tener mucho cuidado al escoger un tinte negro.
Ya no se trata solo de considerar el tono de la piel u ojos para escoger el color del cabello, cuando hablamos de tintes negros, también debemos considerar su edad. La razón es que el color de pelo negro puede endurecer sus facciones o dar un efecto contrario al rejuvenecer.
Cuando empieza la coloración del cabello
Una vez que empiezas a teñirte el cabello no hay vuelta atrás, empezamos a apostar por diversos looks solo para probar qué nos queda bien. Cuando conseguimos el color o el tono que nos deslumbra nos casamos por un buen tiempo con ese tinte de cabello.
Comencemos por antes de los veinte, es la edad perfecta para probar y ponernos rebeldes. Por lo general, en esta etapa experimentamos con colores fantasía, decoloraciones fuertes y cortes extravagantes. El tinte negro se vuelve una opción luego de experimentar por todas esas fases y decidir recuperar el cabello.
Los tintes de cabello en tonalidades negra que se escogen durante esta edad también suelen ser el tinte negro azulado o el tinte negro violeta; ya que estos dos son los que tintes que marcan una diferencia con sus matices.
La regularidad de usar tintes de cabello
Al cruzar los veinte ya sabrás qué tono te queda mejor y sueles ser más precavida para escoger un color de tinte de cabello. Si decides que el tinte negro es tu mejor opción puedes combinarlo con mechas de colores que aportarán un toque divertido y diferente.
El look formal empieza a los treinta ya que por el trabajo o las múltiples ocupaciones durante el día a día escogemos un estilo práctico. La practicidad comienza con un corte y un tinte de cabello que te permita no ser consecuente con las visitas a las tiendas de peluquería. Es el momento ideal para llevar el negro azabache o un tinte chocolate oscuro.
Cuando las canas llegan
Llegamos a los cuarenta y las canas empiezan a aparecer así que la coloración del cabello se vuelve una obligatoriedad. Esta es una edad para jugar con los reflejos, iluminaciones y estilos como La French para ocultar esas tediosas canas.
Durante esta etapa lo mejor es olvidarse del negro intenso ya que endurecerá tus facciones y te hará lucir con más edad. La recomendación en estos casos es escoger un tono de negro que apunte más al color de pelo marrón que aclare, quizás castaños o una base oscura y reflejos en uno o dos tonos más claros.
Lo importante es que no tenga un contraste muy fuerte y evitar peinados muy pulidos ya que te aportarán un carácter formal que, a esa edad, querrás evitar.
A partir de los cincuenta es común que se escojan tonos claros porque las canas se intensifican y cada vez son mayores; sin embargo, para mujeres con el cabello oscuro natural los reflejos son sus mejores aliados.
Una opción un tanto arriesgada, pero con mucha más fuerza es llevar el cabello gris. Platinar y contrastar con el tinte negro es otra de las opciones que puedes experimentar y que te dará un aire distinto y renovado a esa edad. Combina esta opción con cortes de cabello corto y refrescarás tu rostro y podrás reducir tu edad en apariencia.
Lo más importante: Consulta con tu estilista
No olvides que, sin importar la edad, lo más importante es consultar antes a un estilista. Será un profesional quien te guíe por el cambio de coloraciones de cabello en cualquier momento de tu vida. En IMS te esperamos para acompañarte en cualquiera de estas etapas y continuar, porque no hay nada mejor que un estilista conozca tu cabello a la perfección.
